Como Alimentar a un Gato Bebé

Como alimentar gato bebé

Alimentar a un gato bebé puede ser un auténtico desafío, pero es fundamental para garantizar que tu gatito crezca y se desarrolle de la forma más saludable posible. Los felinos pequeños necesitan una dieta equilibrada y específica con la que satisfacer sus necesidades nutricionales.

A continuación te detallamos algunos consejos para alimentar a un gato bebé, aunque durante las primeras semanas dependerá de si el gatito está con su madre, o no.

Cómo cuidar a un gato recién nacido si está con su madre:

En primer lugar, debes saber que los gatos nacen sordos y ciegos, por lo que hasta que no han pasado dos semanas, dependen de su madre. Además, no pueden controlar su temperatura corporal, orinar o defecar sin un estímulo apropiado. Por eso es tan importante que durante sus primeras 3 o 4 semanas de vida, estén acompañados de su madre.

Aun así, tu papel también será importante: debes comprobar que todos los cachorros pueden mamar correctamente de su madre y tienen acceso al calostro durante las primeras 25 horas. De hecho, la primera leche es primordial para que su sistema inmunológico se desarrolle correctamente gracias a los anticuerpos.

¿Qué pasa si un gato bebé no está con su madre?

Cuida su alimentación

La leche materna es el mejor alimento para los mininos que acaban de nacer. Pero si la mamá del bebé no está presente o no puede alimentarlo por cualquier motivo, debemos buscar una alternativa. Hay leche para gatitos disponibles en tiendas especializadas de mascotas. Eso sí, asegúrate de comprar leche que sea únicamente para gatos, ya que hay fórmulas para cachorros de perros que no son adecuadas para tu gatito bebé.

A partir de las cuatro semanas, tu gatito podrá empezar a comer alimentos sólidos, por lo que debes tener en cuenta elegir una comida de alta calidad, que tenga los nutrientes necesarios para que crezca fuerte y sano. Fíjate bien, porque no es recomendable darle alimento para gatos adultos.

También es aconsejable dar alimentos semihúmedos o húmedos, ya que proporcionan más agua que los alimentos secos, lo que ayudará a prevenir la deshidratación del gatito. Por último, revisa que la comida esté en una temperatura adecuada, ambiente, no demasiado fría o caliente.

Frecuencia de alimentación

Tu gatito bebé deberá alimentarse con más frecuencia que los gatos adultos, ya que sus necesidades nutricionales son diferentes. De hecho, durante sus primeras semanas de vida, los gatitos necesitan comer cada dos o tres horas. También por la noche. Y cuando tu minino crezca, se podrán espaciar las comidas a intervalos de entre cuatro y seis horas.

Tu gatito no debe pasar hambre, pero tampoco es bueno sobrealimentarlo. Esto le podría causar problemas de salud a largo plazo. En el envoltorio de la alimentación que compres, encontrarás también algunas pautas a seguir, aunque lo más recomendable es que consultes con tu veterinario para asegurarte de que estás dando la cantidad adecuada de alimento a tu nuevo compañero.

Cómo alimentarlo, paso a paso

Prepara un ambiente tranquilo. La postura en la que debemos colocar a nuestro gatito es como si estuviera junto a su mamá: la cabecita deberá estar elevada, y el vientre encima de algo suave, como una sábana o una toalla. Dejaremos que mame hasta que quede saciado, teniendo en cuenta no alimentarlo en exceso como hemos explicado previamente.

Una vez haya terminado de mamar, esperaremos unos minutos y después ayudaremos a nuestro gatito a defecar y orinar. Para ello, debemos masajear con cuidado y suavemente su barriguita y zona genital. Este es un paso primordial.

Cuida su higiene

Es muy importante que cuides la higiene de tu michi, ya que podría defecar hasta dos veces al día. El estreñimiento suele ser un problema frecuente en los gatos, pero teniendo en cuenta que hablamos de bebés, si pasa más de un día y medio sin evacuar, lo mejor será que acudas al veterinario. Posiblemente tu gatito compartirá espacio en sus primeros días de vida con sus hermanitos, por lo que deberás estar atento para mantenerlos limpios si se manchan haciendo sus necesidades.

Tal y como hemos visto, el papel de la madre de un gatito recién nacido es fundamental. Pero también es importantísimo tu papel. Tú puedes ocuparte de los cuidados que necesita, y hacerlo de la forma más parecida posible. Siguiendo estos consejos, estarás en el camino correcto para criar a un gato bebé.

Y aunque ahora parezca todo un reto, merecerá la pena, porque vas a conseguir que tu compañero crezca saludable y se convierta en un gato adulto sano y equilibrado con el que disfrutarás en tu día a día, convirtiéndose en uno más de la familia.

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